Translate

miércoles, 19 de agosto de 2015

Adamantio.



  Grave error cometí al tener rota mi armadura y escuchar lo que no quería y ver lo que no debía.


    Lo avisé en confianza, y ese fue mi gran error, confiar. Dicen que la confianza da asco, yo doy fe de que es repugnante.


  Sola, desarmada, desprotegida, herida, sin apenas aliento, sin apenas vida...


Dos opciones ante mí, rendirme o seguir luchando.
No encontraba motivos para continuar pero rendirme sería una grata victoria para algunos, por lo que decidí ir en la búsqueda del sol, del fuego.


Lo primero, curar las heridas, que aunque aún siguen un poco abiertas empiezan a cicatrizar.
Lo siguiente sería conseguir una armadura tan resistente que no permitiese pasar al viento, tan ligera que me permitiese dormir con ella puesta. Esta vez no me la quitaría jamás.
La busqué y la busqué, hasta encontrarla.


He recorrido infiernos.
He luchado contra las peores pesadillas.
He vuelto a sangrar y me he vuelto a curar.
He soportado tormentas.
He pasado noches sin días.
He tenido que ver barbaridades.
He tenido que escuchar mentiras.
Pero la encontré, mi armadura nueva.
Mi armadura de Adamantio.


Con ella me siento fuerte para aguantar en pie, segura para soportar los golpes, ligera para correr sin descanso, tranquila para terminar de curar las heridas y valiente para seguir luchando.


He crecido un poco más, no de estatura, pero sí en sabiduría.
Esta experiencia me ha abierto los ojos en muchas situaciones, incluso en más de lo que jamás podría haber llegado a imaginar, así que, haced repaso de vuestras siembras porque pienso entregaros de primera mano vuestras cosechas.




Espartana y Guerrera
hasta el fin de mis días.


No hay comentarios:

Publicar un comentario